Peter Shankman

Peter Shankman
Empresario del mundo de la tecnología y redes sociales. Imagen sacada de Google

jueves, 6 de octubre de 2011

“El mundo es un pañuelo”

Hace algunos años atrás era un poco complejo poder entablar una relación que tuviera un contacto medianamente frecuente, las citas se hacían por medio de un teléfono fijo y se especificaba un lugar para el encuentro, no existía la preocupación en que  se incumpliera dicha cita, o si era el caso se cancelaba con varias horas de anterioridad.

Las comunicaciones interpersonales han cambiado de forma drástica, no solo por la incursión del teléfono móvil, sino también por las redes cada vez más usadas de internet.  Con la simple y sencilla manera de usarlas y poder interactuar en ellas, el plano de la comunicación donde se encontraba un emisor, un canal, un mensaje y un receptor; ha cambiado de manera asombrosa.

 Ya no es necesario identificar un emisor que reciba un solo mensaje, podemos identificar públicos, seleccionar una parte de esa masa y dirigir un claro, conciso y objetivo mensaje.

La inmediatez de la información, la facilidad de encontrase con alguien, la decisión de colgar cierto contenido en la web, o de interactuar con otros usuarios hace que esa sencillez tome una forma más compacta y densa, nos hace reconocer que estamos inmersos en el mundo de la agilidad y brevedad para interactuar con regiones, países y continentes. Nos pone en sobre aviso, debemos entender que la vida privada se limita a los secretos internos de cada ser humano, a cerrar la puerta de la alcoba y expresar un sentimiento a otra persona.

Es tal la influencia de la red de internet que grandes compañías pueden obtener información tan sencilla y prácticamente banal, que puede conocer gustos, preferencias, amistades, intereses, ideologías, hábitos… Es realmente fácil que estas compañías o grades marcas hagan una segmentación de un público si tienen el poder de conocer afinidades y gustos sobre una marca o una simple costumbre.

Las redes sociales son una herramienta valiosa de donde se puede obtener un gran beneficio, se puede incentivar al consumo, se favorecen las relaciones con clientes, se terminan relaciones amorosas, se entablan otras, se obtiene trabajo, compras, gastas, vendes, pierdes, ganas; es un circulo, una inmersión en un mundo no muy determinado, donde no tienes la posesión total de la información. No se trata de transmitir un miedo a las redes sociales, se trata de percatar y de saber discernir entre qué quieres publicar y que no.

Esto se convirtió en un real pañuelo donde es posible encontrarse con la otra punta y asombrarse de lo iguales que pueden llegar a ser, de lo compatibles y a la vez diferentes intenciones al entrar en la web.

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